
Paul Cortez recuerda como si fuera hoy aquella noche hace 31 años. Entró a la sala de cuidados intensivos pediátricos del Centro Médico Regional del Condado Riverside para encontrar a su hijo de 7 años, apenas con vida. El niño tenía el cuerpo entero cubierto de vendas, por donde entresalían los cables y tubos que lo mantenían con vida. Los médicos le dijeron a Cortez que quizás Mikey no sobreviviría.
Un conductor ebrio se había estrellado contra el vehículo en que iban el niño y varios familiares. Cuatro, entre ellos su mamá, hermano y hermana, fueron enviados a otros hospitales. Otros cuatro familiares, entre ellos el hermano mayor de Mikey, habían fallecido.
(Noticia completa en http://www.aleteia.org/es/salud/contenido-agregado/familia-cumple-promesa-de-vida-a-hijo-en-coma-6140621110640640 )